Uno de cada cuatro jóvenes con trabajo vive en la pobreza

Miércoles 23 de Noviembre del 2016

Uno de cada cuatro jóvenes con trabajo (el 24,5 por ciento) vive en riesgo de pobreza y exclusión social, debido en gran medida a la precarización de sus empleos, que ha provocado además que la cifra de los que han conseguido emanciparse sea la más baja en doce años, un 19,7 por ciento.

Son las principales conclusiones a las que ha llegado el Consejo de la Juventud en el Observatorio de Emancipación relativo al primer semestre de este año, que sitúa el retroceso de la tasa de jóvenes que han podido independizarse en un 4,84 % con respecto al año pasado.

Comparándola con el valor máximo que alcanzó con el estallido de la burbuja inmobiliaria en el segundo trimestre de 2008, la caída en estos ocho años ha sido del 24,04 %.

Solo tres comunidades escaparon a estos datos: Catalunya, Galicia y La Rioja, que apenas variaron sus tasas, mientras que en el resto oscilaron entre valores superiores al 15 % en Aragón, Extremadura, la Comunidad Valenciana, Murcia y Navarra y, por debajo del 3 %, en Andalucía, Asturias, Castilla y León y Madrid. También los jóvenes adultos de entre 30 y 34 años, que tradicionalmente ha mantenido unas pautas residenciales muy estables, acumula tres trimestres consecutivos de descensos, el último de algo más del 7 %.

El encarecimiento de la vivienda
El encarecimiento de la vivienda, tanto en propiedad como de alquiler, hace inviable la independencia de los jóvenes españoles, ya que en uno u otro caso deberían pagar más de la mitad de lo que sus salarios realmente les permite.

Al contrario de las teorías existentes, que creen que abandonar el hogar familiar suele ir parejo con un mayor riesgo de empobrecimiento, el informe constata que el alcance de la pobreza y exclusión entre la población joven emancipada en 2015 fue inferior al de los que siguen viviendo en las casas de sus padres. Y son los jóvenes adultos que permanecen en la vivienda familiar los que tienen mayor probabilidad de estar en riesgo de pobreza y exclusión social, en concreto el 34,8 %, frente al 27,2 % de los que se han emancipado.

Como recuerda el informe, el indicador europeo Arope, que mide el riesgo de pobreza según diversos factores, otorga a la población joven española de 16 a 29 años y también a los mayores de 65, los valores máximos, un 38,2 %.

Prolongar estudios
Apenas ha habido cambios de las condiciones laborales de los jóvenes: la progresiva reducción de la tasa de paro, que en el segundo trimestre de 2016 fue del 34,4 % (y del 46,5 % entre la población de 16 a 24 años), se fundamenta más en la "desaparición" de la población activa. El motivo, la renuncia de los jóvenes a seguir buscando un trabajo, que optan por prolongar sus estudios.

Aunque su nivel de ocupación ha ido en aumento, especialmente en la industria manufacturera, el transporte y el almacenamiento, las actividades profesionales, científicas y técnicas, y las actividades sanitarias y de servicios sociales, también se ha incrementado su precariedad laboral. La mayoría de los contratos siguen siendo temporales, de forma que el 92,5 % de los que se hacen es a jóvenes.

A ello se une la sobrecualificación, que afecta a más del 56 %, y la prolongación de las jornadas de trabajo: excluyendo los trabajos a tiempo parcial, dedican más de 40 horas semanales a sus puestos de trabajo.

Con todo, la población joven ocupada es la que ha experimentado el avance más rápido en el riesgo de pobreza y exclusión social, y se ha disparado del 13,7 % de 2009 al 24,5 % del pasado año, frente a la media general es del 18,1 %.

Fuente:  http://ow.ly/uqb5306sVzZ

Señales de que tu clase de ejercicio es MUY difícil

Miércoles 23 de Noviembre del 2016

Señales de que tu clase de ejercicio es MUY difícil

Entras al gimnasio, empiezas a darle duro a la bicicleta, y terminas más cansada que cuando diste a luz. ¿Es tu condición? ¿De verdad estás tan mal? No necesariamente. En algunos casos, aunque no en muchos, es probable que tú no seas el problema, sino el esfuerzo que estás haciendo.

  1. Tus músculos tiemblan incontrolablemente: Un temblor normal es bueno, después de todo es un indicador de fatiga muscular. Pero si no puedes controlar ese temblor, entonces TAL VEZ has ido demasiado lejos. El temblor continuo puede poner en riesgo tus articulaciones, y si no puedes controlarlo en el siguiente movimiento, es importante reducir la intensidad del ejercicio, descansar y seguir si sientes que estás lista. No importa si tu instructor te regaña o te grita, salte del lugar. No necesitas presumir fuerza cuando tu salud está en juego.
  2. Tu respiración está MUY agitada: En cualquier caso, pero especialmente la yoga, es imperativo poner atención a tu respiración. Si se acorta tanto, que prácticamente estás luchando por respirar, es hora de alentar o bajar la intensidad. No te exijas más de lo que puedes dar, incluso los grandes atletas saben que tomar una pausa y descansar les da una perspectiva fresca y los revitaliza.
  3. Taquicardia extrema: Numerosos estudios han demostrado que monitorear el ritmo cardíaco durante el ejercicio es una forma muy eficaz para entrenar. Esto no sólo te ayuda a mejorar, sino también a saber a partir de cuándo te estás pasando de la raya. Y si no quieres comprarte un monitor, será fácil de identificar las señales de un ritmo cardíaco MUY alto: primero no podrás articular palabras, luego sentirás que estás a punto de desmayarte. Y no importa si apenas llevas 5 km, ¡escucha a tu cuerpo!
  4. No puedes hacer bien los ejercicio: Si tu instructor no proveé de modificaciones para un movimiento, entonces necesitas un nuevo instructor. Es más que obvio que no todos en la clase tendrán el mismo nivel de condición física. Pero si dan opciones y aún así no puedes llevarlas a cabo, tal vez necesites algo más.
  5. Ves puntos negros: Éste será obvio, pero te sorprenderá saber cuántas personas no se detienen a pesar de sentir mareo y ver puntos negros en frente de sus ojos. Ésta es una idea peligrosa, pues es señal de que tu cuerpo no está listo para tal nivel de intensidad, y que tus niveles de azúcares están muy bajo. Si esto te sucede, detente inmediatamente, siéntate, toma agua y tranquilízate. Si tienes a tu profesor ahí, dile lo que está sucediendo y no te avergüences. Toma su tiempo acostumbrarse y regularizar las nuevas actividades.
  6. Fuente: http://ow.ly/flvR306sV1b

Qué hacer si te para un agente de tráfico para evitar que te multe

Miércoles 23 de Noviembre del 2016

En nuestra experiencia como conductores todos nos hemos encontrado alguna vez, de manera inesperada, con las luces de un coche de policía. Se trata de uno de los momentos más estresantes que se nos pueden presentar en la carretera. Ya sea porque un auto de las fuerzas del orden nos haga señales para estacionar en el arcén o porque un Guardia Civil nos mande parar en un control, es difícil mantener la calma y que no surjan, de manera espontánea, sentimientos como la rabia, la culpa o la confusión.

La mayoría de las veces desconocemos el motivo real por el que un agente de tráfico nos ordena que nos detengamos. La primera norma de comportamiento debería consistir, por tanto, en no sacar conclusiones cuando ni siquiera conocemos las causas. Mantener la calma, y no comenzar a anticipar acontecimientos sacando cuanto antes los papeles de la guantera, es una opción inteligente.

Los oficiales de policía tienen un empleo y les importa bastante poco si estás cabreado porque te han dado el alto

No nos han enseñado qué actitud hay que adoptar ante un agente de tráfico, entre otras cosas porque no es un suceso que se nos debería de presentar de una manera habitual. Si ya has pasado por el trámite, pero tu comportamiento no te sirvió para evitar la multa, o si quieres estar prevenido en el caso de que te ocurra, no está de más tener en cuenta una serie de recomendaciones elaboradas por expertos en comportamiento, o meros conductores que supieron darle la vuelta a la tortilla, para salir lo más airosos posible y en las condiciones que más nos beneficien.

Controla el tono de voz

Casi con toda probabilidad nos vamos a sentir inquietos y a pesar de que queramos dar una imagen de tranquilidad, nuestra voz puede acabar delatando nuestro estado interior. Lo fundamental es dirigirnos al agente como lo haríamos como cualquier otra persona a la que otorgamos una autoridad (un juez, un médico, un maestro o nuestra propia madre). Si estás mascando chicle es el momento ideal para coger un papel y quitártelo de la boca.

Considera que los oficiales de policía tienen un empleo y les importa bastante poco si estás cabreado porque te hayan dado el alto. Después de pasar horas aguantando a otros tantos conductores que se han dirigido a ellos rozando el límite de la falta de respeto, cualquier salida de tono va a jugar siempre en nuestra contra.

Una conducta inadecuada puede hacer que una mera advertencia acabe derivando en una multa que podríamos haber evitado

Nos hallamos en un momento de obediencia. Por mucho que pensemos que el agente está equivocado con lo que dice, nuestra opinión va a importar bastante poco, pues, lo queramos o no, el poder de la situación recae por completo en él. Nuestras posibilidades se encuentran, por consiguiente, en saber interpretar bien el rol de sumiso.

Ningún agente va a cambiar su juicio porque nosotros acabemos perdiendo el nuestro. Nos toca tragar con lo que nos digan. Actuar de manera vacilante puede ocasionar también que el agente se sienta incómodo. Es importante darle confianza siguiendo todas las indicaciones que nos haga y permitiéndole que sea él quien lleve la voz cantante.

Deja las manos sobre el volante y da siempre una respuesta a todas las instrucciones, aunque sea con un simple “sí” o con un “vale”. Una conducta inadecuada puede ocasionar que una mera advertencia acabe derivando en una multa que podríamos haber evitado. Te advertimos, con todo, que por lo que respecta a las preguntas, puedes negarte a contestarlas si las mismas solo van a servir para sacar a la luz algún dato que puede jugar en tu contra. En ese caso te recomendamos responder con la educada fórmula de “prefiero no contestar a eso”.

No cuentes mentiras

En tus años en la universidad demostraste en el grupo de la facultad ser un actor maravilloso. Sabes utilizar tu memoria afectiva y ponerte a llorar como una Magdalena para que tus lágrimas conmuevan a tu público. Puedes decir incluso que tenías prisa porque acababan de ingresar de urgencia a un familiar tuyo... No obstante, por mucho que confíes en que dichos papeles han funcionado a las mil maravillas en otras circunstancias, te avisamos, por si no lo sabías, que los agentes tienen formación y experiencia suficiente para detectar con facilidad las mentiras.

Después de miles de multas puestas a otros tantos conductores, los policías se las saben todas. Confiar tu salvación a un embuste puede acabar en que el agente se cabree, y que la sanción leve que tenía pensado ponerte, se convierta en una falta con repercusiones mayores. Mejor, por tanto, que no juegues con fuego.

Respeto ante todo

Estas lidiando con hombres y mujeres que se están jugando el tipo en las carreteras todos los días. Como cualquier otro trabajador, a los agentes de tráfico les encantaría no tener que entrar en conflicto con los sujetos con los que tienen que tratar. Por desgracia, su ocupación es precisamente esa y no posees ninguna característica especial que vaya a evitar que no se fijen en ti si cometes una infracción.

Cabrearte te va a servir de poco. (iStock)

Cabrearte te va a servir de poco. (iStock)

Dar el alto y poner multas es para ellos una formalidad, un trámite burocrático (imagínate si se tuvieran que sentir culpables por todas las sanciones impuestas cada día).

Considera que quien en un momento dado es tu antagonista es, en otras circunstancias, tu ayudante. No está de más recordar que los agentes de tráfico están para asistir en un accidente, para ayudarnos con una avería o para echarnos una mano en cualquier otro tipo de percance que pueda ocurrir en la carretera.

Conducir es un hecho social donde el respeto se demuestra acatando las normas, en deferencia a la seguridad del resto de usuarios de la calzada. Puede ser que, consciente o inconscientemente, te hayas saltado lo que señala el código, pero es básico que no vayas además de orgulloso. Los agentes son el factor que garantiza que las reglas se cumplan, y sin ellos, en un ambiente tan codificado como el del tráfico, la circulación sería más caótica y complicada de lo que ya lo es hoy en día.

Fuente: http://ow.ly/w9zQ306sUGD

2 fantasías sexuales que toda mujer desea cumplir

Miércoles 23 de Noviembre del 2016

2 fantasías sexuales que toda mujer desea cumplir

Para disipar una de las dudas más recurrentes sobre sexualidad, un grupo de investigadores de la Universidad de Montreal en Canadá realizó una encuesta sobre cuál es la fantasía sexual más común entre las mujeres.

Los resultados, que fueron publicados en la revista The Journal of Sexual Medicine, contaron con la participación de mil 500 personas que tuvieron que llenar un cuestionario acerca de sus gustos en el sexo.

Los resultados arrojaron que entre el 50 y 60% de las encuestadas tienen como fantasía sexual recrear la trilogía literaria de Cincuenta Sombras de Grey, una novela erótica que narra situaciones sexuales en las que interviene el sadismo y el masoquismo.

satisfacer

“Las personas que tienen fantasías de sumisión también muestran a menudo deseos de dominación. Estos 2 temas, por lo tanto, no son excluyentes, sino todo lo contrario”, explicó Christian Joyal, líder del estudio.

A pesar de que el sadomasoquismo y el dominio sexual han sido catalogados como desviaciones sexuales, de hecho son muy comunes entre hombres y mujeres.

Lo importante en este aspecto, subrayan los autores, es que si el acto sexual es violento por naturaleza pero no ha sido consentido por alguna de las partes implicadas, no solo es una señal de comportamiento psicopatológico, sino que también se trata de un delito sexual.

Fuente: http://ow.ly/kYBi306sT0z

6 errores que cometes al depilarte

Miércoles 23 de Noviembre del 2016

6 errores que cometes al depilarte

La depilación es uno de esos rituales que NADIE te enseña, es como aprender a andar en bici o estacionarse en paralelo; si no te enseñas tú solita a hacerlo, simplemente nadie lo hará. Y una vez que crees que ya le agarraste la onda, empiezas a ver por la web que TODO este tiempo has estado cometiendo errores.

Y la verdad es que parece de lo más instintivo; te pones crema para afeitar o jabón, sacas el rastrillo y listo. Pero si te la pasas sufriendo de comezón en las piernas y el vello parece crecer cada 10 minutos, es posible que algo estés haciendo mal.

Error número 1: Usas jabón

Para una depilación suave, el jabón no es lo mejor. ¿Por qué crees que existen cremas y geles para afeitarse? No es por pura vanidad, lo que hacen es minimizar el enrojecimiento de la depilación. Es súper importante que tu piel reciba una humectación y que el vello se suavice. De esta forma habrá menos irritación.

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Error número 2: Depilarse tan rápido como entraste al baño

Sin importar qué tan acostumbrada estés en depilarte, el proceso es un poco tedioso. Y como dicen, entre más rápido, mejor… pero en el caso del afeitado, el tiempo es clave. Tienes que dejar que tu piel se moje y el ambiente húmedo suavice el vello. Un vello suave y folículos abiertos son los mejores ingredientes para un afeitado perfecto.

Error número 3: Pensar que entre más presión, mejor

Menos es más en cuanto a la cantidad de presión que aplicas en el rastrillo. Te verás tentada de utilizar tu fuerza, pero sólo empeorarías las cosas. Entre más presión haya, más desequilibrada estará la piel, y más probabilidades tendrás de lastimarte.

Error número 4: No exfoliarte antes

Creerás que cuando te depiles, tu cuerpo no necesita exfoliarse, lo cual es válido pues estás quitando las células muertas con el rastrillo, pero en este caso está mal omitir un paso tan importante. ¡Ojo! Depilarse no es lo mismo que exfoliarse. Si te quedan bolitas después de depilarte, sería bueno que exfoliaras el área previamente para asegurarte que el vello salga completamente. De otra forma las células muertas podrían acumularse en el rastrillo e irritar la piel poco a poco.

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Error número 5: Dejar el rastrillo en el baño

¿Quién creería que los rastrillos merecen cuidados específicos? Pues dejar el rastrillo en un ambiente tan húmedo no sólo oxida la navaja, sino que también se incrementa el riesgo de infecciones. Así que deberías limpiar tu rastrillo con agua tibia, secarlo con una toalla y guardarlo en un lugar SIN humedad.

Error número 6: Apurarte

Ésta es una ley del universo: Con prisa no se hacen bien las cosas. Entre más prisa lleves, más probabilidades tendrás de lastimarte y cortarte. Si eso ocurre, limpia la herida y aplica un poco de antitranspirante para evitar el sangrado. También podrías aplicar un hielo después de salir de la regadera y acelerar el proceso de cicatrización.

Foto: Archivo Eme de Mujer

Fuente: http://ow.ly/E624306sRXg