15 términos sobre la sexualidad que probablemente no conozcas

Lunes 16 de Enero del 2017

¿Sabes lo que es la grisexualidad o lo que significa el movimiento LGBTQ+? Desde hace algunas décadas la sexualidad ha expresado de forma manifiesta su diversidad, ramificándose en una suerte de géneros a los que le continúan apareciendo etiquetas.

Un abanico de posibilidades

Las siglas LGBTQ+ hablan sobre la diversidad sexual que ocupa la actualidad. Lesbianas, Gays, Transgénero, Bisexuales, Queer, Intersexuales, Asexuales y todas sus derivaciones.

“Desde la mitad de los años noventa, un grupo cada vez mayor de personas intersexuales en Europa y en todo el mundo han alzado sus voces”, indica Dan Christian Ghattas, cofundador de la Organización Internacional Intersexual Europea.

Pero, ¿qué define a este amplio abanico de personas? “Se trata de individuos que han nacido con características sexuales (como cromosomas, genitales o estructuras hormonales) que no pertenecen estrictamente a las categorías masculinas o femeninas o lo hacen al mismo tiempo”, explican desde la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex.

La comunidad asexual también ha reivindicado en los últimos años su identidad respecto al sexo y las relaciones.

“Se trata de alguien que no experimenta atracción sexual hacia otras personas”, comenta Aven, la Red para la Educación y la Visibilidad de la Asexualidad. Aunque desde la organización aclaran: “Es una característica que se refiere solo a la atracción sexual ya que la orientación romántica de cada persona no tiene por qué coincidir con la sexual”.

El hecho es que la multiplicidad de opciones sexuales se manifiesta en la cotidianidad, lo que incorpora una lista de neologismos relacionados con sus experiencias de género. Por ello, le ponemos significado a 15 vocablos que llegarán a tus oídos de un momento a otro.

1. Pansexualidad: es la atracción sexual hacia las personas, independientemente de su sexo o identidad de género (incluye hombres, mujeres, personas agénero, transgénero, transexuales, intersexuales, género fluido, intergénero y cualquier género o identidad de género).

2. Alosexualidad: es lo opuesto a la asexualidad. Una persona alosexual se siente atraída hacia personas heterosexuales, homosexuales, bisexuales, pansexuales y otros tipos de sexualidad.

3. Skoliosexualidad o Escoliosexualidad: atracción sexual hacia personas no-binarias. Es decir, personas cuya identidad sexual difiere con el sexo con el que nacieron.

4. Androginosexualidad: es la atracción sexual hacia personas andróginas, que tienen características tanto masculinas como femeninas.

5. Ginosexualidad: es la atracción sexual hacia las mujeres.

6. Androsexualidad: atracción sexual hacia los hombres.

7. Gris-asexualidad: se trata de un concepto a caballo entre la sexualidad y la asexualidad, aunque se acerca más a la asexualidad. Las personas que se denominan grisasexuales sienten atracción sexual hacia otras, pero solo en circunstancias específicas.

8. Transeróticos: personas que se sienten atraídas hacia otras que son transgénero o transexuales.

9. Monosexualidad: es atracción sexual hacia un solo y determinado sexo o identidad de género. El concepto engloba los términos homosexualidad y heterosexualidad.

10. Polisexualidad: es la atracción sexual hacia varios grupos de personas de determinado género biológico o identidad de género.

La diferencia con la pansexualidad es que las personas pansexuales se sienten atraídas por otras con cualquier identidad de género o sexo, mientras que en la polisexualidad se excluye algún grupo.

11. Heterorromántica: son aquellos que sienten atracción de forma romántica, pero no sexual, por un sexo o género distinto al suyo.

12. Homorromántico: al igual que los heterorrománticos, los homorrománticos solo sienten atracción romántica -y no sexual- por las personas del mismo sexo.

13. Birromántico o panromántico: son personas que se sienten atraídas románticamente por múltiples sexos .

14. Arromántico: son las personas que no sienten ningún tipo de atracción romántica hacia a ningún sexo.

15. Alorromántico: aquellas personas que experimentan atracción romántica hacia personas concretas.

Fuente:  http://ow.ly/DmIt3082is1

¿Sabes realmente cuándo le apetece tener sexo a tu pareja?

Lunes 16 de Enero del 2017

Una gran mayoría cree conocer a su pareja a la perfección, pero la realidad es que es imposible saber lo que le pasa al otro por la cabeza las 24 horas del día. Por esto, una de las claves fundamentales para entendernos es la comunicación. Algo que también es esencial en el sexo.

El problema es que, en muchas ocasiones, se dan situaciones incómodas en las que interpretamos mal las señales pueden dar paso -o no- a una relación sexual. Una caricia, un beso, un atuendo provocativo o una mirada no tienen porqué indicar que a tu pareja le apetezca tener un encuentro.

De hecho, según un estudio de distintas instituciones canadienses y publicado en The Journal of Personality and Social Psychology, “los hombres tienden a malinterpretar el interés sexual que tienen sus parejas”. Sin embargo, para los investigadores, este error de cálculo no es siempre una mala cosa.

En qué piensan las mujeres

Tal vez a más de un hombre (y mujer) le gustaría tener el don que se apodera de Mel Gibson en la película ¿En qué piensan las mujeres?, donde puede escuchar los pensamientos de todas las féminas con las que se encuentra. Pero, desgraciadamente, hasta ahora nadie ha podido escuchar que piensan los demás, a pesar de la ventaja que podría suponer para determinadas cuestiones.

A las 48 parejas heterosexuales -casadas o en convivencia- estudiadas se les pidió que completasen una encuesta de 10 minutos cada noche, durante 21 días consecutivos e indicasen su propio deseo sexual y el que percibían de su pareja, así como su satisfacción sexual y la frecuencia de sus relaciones.

En estudios anteriores, señalan los investigadores canadienses, apuntan que -en parejas que llevan poco tiempo- los hombres tienden a pensar que las mujeres tienen mayor interés sexual del que realmente hay. Los resultados de esta investigación mostraron, sin embargo, que en las parejas de mas duración los hombres suelen subestimar el interés sexual de las mujeres.

Esta percepción, que en un principio puede parecer algo malo o perjudicial para la relación, podría servir -según los expertos- a un buen propósito. La teoría sugiere que es una manera de mantener a las parejas motivadas a atraer el interés del otro y evitar caer en la autocomplacencia. De ahí la importancia de tener una buena comunicación con nuestra pareja.

El diálogo frente a las señales

Una buena comunicación con la pareja es una forma de mantener el interés

Una buena comunicación con la pareja es una forma de mantener el interés

Según la directora del Instituto Iberoamericano de Sexología y codirectora del Institut de Sexología de Barcelona, Francisca Molero, las mujeres suelen ser menos explícitas.

“El tema cultural es importante. Muchas mujeres piensan que cualquier acercamiento de su pareja es porque quiere sexo -y no siempre es así-. A la mujer le cuesta más dar señales y ser expresivas. Por eso, muchos hombres no conoces estas señales. Además, tienen miedo al rechazo y no se arriesgan”, asegura la experta.

Debemos entender que tal vez, en ese momento, al otro no le apetezca o necesite tiempo”

Francisca Molero

Directora del Instituto Iberoamericano de Sexología y codirectora del Institut de Sexología de Barcelona

Todavía hoy, aunque cada vez menos, hay una tendencia general a pensar que el hombre está dispuesto a tener más relaciones que la mujer. Por ello, algunos hombres desarrollan miedo al rechazo y se vuelven tan cautos a la hora de interpretar las señales que dejan de arriesgarse, tal y como afirma Molero.

Lo mejor, ante la duda, es el diálogo y no adivinar lo que piensa el otro. “Lo importante es que cuando uno tiene ganas, debe expresarlo. Pero debemos entender que tal vez, en ese momento, al otro no le apetezca o necesite tiempo. Tenemos que ser tolerantes a la frustración y no sentirnos rechazados automáticamente porque a nuestra pareja no le apetezca” concluye Molero.

Fuente:  http://ow.ly/JEuD3082i1c

El tamaño importa y otras cosas que debes saber sobre el preservativo

Lunes 16 de Enero del 2017

Existen extrafinos, gruesos, con estrías, con efecto retardante, con espermicida, de todos los colores, sabores y tamaños, pero una gran mayoría no sabe cómo debe ponerse un preservativo, desconoce su talla y lo que es peor, se niega a usarlo.

Según un estudio de la revista The Journal of Sexual Medicine, en la que se encuestó a 500 hombres de entre 18 a 24 años, el 32% tiene problemas de erección debido a los preservativos, como muchos suelen alegar.

A continuación una serie de falsas afirmaciones y certezas que rodean a uno de los métodos anticonceptivos más usados en todo el mundo.

Mitos y verdades sobre el preservativo

1. Disminuye o afecta a la erección. Esta es la excusa preferida de muchos para no ponerse un profiláctico. “No es un problema del preservativo en sí, es de su utilización. Si los chicos están tranquilos y saben cómo colocarlo, no pierden tanto tiempo y por tanto, no pierden la erección”, asegura Francisca Molero, directora del Instituto Iberoamericano de Sexología y codirectora del Institut de Sexología de Barcelona.

2. No sientes nada. Vale, es cierto que algo de la sensibilidad puede disminuir, ya que no va a ser lo mismo que piel con piel. Sin embargo, ahora el mercado ofrece una gran cantidad de variedades entre los que se encuentran diferentes grosores y texturas que puede hacer la experiencia más agradable. “Esto es un falso mito. Para comprobarlo, solo tenemos que colocarlo en el dedo y ver si realmente se nota o no el roce”, asegura Molero.

3. Son muy flexibles. Hay un dicho en la aviación que es “los aviones no se caen, los tiran”. Pues con los preservativos sucede lo mismo. La mayoría de las roturas se debe a una mala utilización o desconocimiento ya que pasan importantes controles de calidad.

Los preservativos pasan por grandes controles de calidad

Los preservativos pasan por grandes controles de calidad

“La mayoría de los hombres aprenden a utilizar un preservativo cuando tienen las primeras relaciones sexuales y no es el momento idóneo para aprender a usarlo. El nerviosismo o la inseguridad provocan que no se tengan todas las capacidades y habilidades como para poder colocárselo. Debería haber un aprendizaje y un adiestramiento de su uso cuando el chico comienza con la masturbación”, afirma la sexóloga.

Eso sí, comprueba que estén homologados.

4. No todos los lubricantes son compatibles. Aunque la vaselina siempre ha sido uno de los más utilizados, puede ser una mala idea. Para una lubricación adicional, además de la del propio preservativo, se debe usar lubricantes en base acuosa. “Nunca se debe utilizar lubricantes de base oleosa porque pueden dañar el látex”, añade la experta.

5. El tamaño importa. Muchos hombres se quejan de molestias o presión en la base del pene cuando se lo colocan o también porque les queda holgado. Saber la talla también es importante para evitar una posible rotura. “Mientras no sea una presión muy fuerte, incluso podría ayudar a la erección. Debemos tener en cuenta que uno de los juguetes que más se utiliza son las anillas”, explica Molero.

La mayoría de los varones caucásicos tiene un tamaño medio de 14-16 cm y equivale a una talla estándar.

La mayoría de las roturas se deben a una mala utilización

La mayoría de las roturas se deben a una mala utilización

6. Tu cartera no es el sitio ideal para guardarlos. Está bien eso de ir siempre preparado, pero acuérdate de revisar la fecha de caducidad o que no esté expuesto a temperaturas muy elevadas. Puedes guardarlos en el cajón o en tu bolsillo, pero donde van a estar mejor es en su caja original.

7. Protege contra enfermedades venéreas. Es de los pocos métodos anticonceptivos que protegen contra enfermedades venéreas, siempre y cuando se ponga desde principio a fin de la relación.

8. No lo abras con la boca. Puede que lo hayas visto en películas y pienses que es “morboso”, pero tanto tus dientes como cualquier objeto puntiagudo podría dañar el preservativo.

Debe guardarse en lugares donde no esté expuesto a altas temperaturas

Debe guardarse en lugares donde no esté expuesto a altas temperaturas

9. Rellenarlo con agua no es el método más fiable para saber que no está roto. “No es necesario. Una vez ha finalizado la relación, tan solo tenemos que hacer una pequeña lazada y comprobar que no hay ninguna fuga. Y por supuesto, tirarlo a la basura y no al váter”, añade la experta.

10. El preservativo no tiene por qué ser solo para encuentros sexuales esporádicos. Según una encuesta realizada por Control, es el método anticonceptivo más usado entre los jóvenes de 18 a 35 años. Aunque la mayoría de parejas decide pasarse a otras alternativas. “Con la gama tan amplia que ofrecen de sabores y texturas, el preservativo puede resultar un valor añadido a la pareja”, asegura la sexóloga.

Fuente:  http://ow.ly/E26B3082hBl

Cómo saber si tienes una vida #sexual sana y cómo mejorarla

Lunes 16 de Enero del 2017

Todos nos hemos visto envueltos alguna vez en una conversación sobre sexo. Es habitual que nos guste compartir nuestras experiencias y conocer las de los demás. Y es que hablar de sexo es hablar sobre lo que somos, seres sexuados que expresamos que lo somos a través de una de las características que nos constituye: la sexualidad.

Cuando hablamos de sexo, a menudo nos compararnos: queremos saber si nuestra vida sexual puede calificarse de ‘normal o sana’. Pero, ¿qué entendemos por tener una vida sexual sana y cómo podemos valorar si la nuestra lo es?

Mitos y confusiones sobre la sexualidad

Es importante entender que sexualidad no equivale a genitalidad, explica Miren Larrazábal, psicóloga clínica, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) y autora del libro ‘Sexo para torpes’.

Solemos relacionar la salud sexual con practicar mucho sexo, y aunque hay una parte importante que tiene que ver con cuerpo y el erotismo y en la que los sentidos juegan un papel importante, existe la expresión sexual más allá de la genitalidad.

Por un lado, debemos comprender que se puede ser sexualmente sano y elegir no mantener relaciones sexuales y que practicar sexo con mucha (o más) frecuencia de lo habitual tampoco implica tener una vida sexual más plena. Las enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados o disfunciones tampoco tienen por qué condicionar nuestra salud sexual.

No es fácil establecer baremos para medir qué es normal y qué no, pero hay que entender que el sexo solo puede ser problemático cuando genera malestar en uno mismo u otra persona, impide nuestro desarrollo como seres humanos o interfiere negativamente en alguna de las facetas de nuestra vida.

Si nos causa displacer o sensación de malestar, no es sano: la regla de oro del sexo es que consiste en dar y recibir placer. Nuestra sexualidad es sana siempre que nos aporte bienestar y podamos disfrutarla a nivel físico, psicológico y emocional.

La American Sexual Health Association (ASHA) define la salud sexual como la capacidad de aceptar y disfrutar de nuestra sexualidad a lo largo de nuestras vidas y la considera como una parte importante de nuestra salud física y emocional.

Por tanto, será importante recordar que la sexualidad es una parte natural de la vida, y que, como tal, implica mucho más que un determinado comportamiento sexual o genital.

¿Cómo mejorar la vida sexual?

1. Ama tu cuerpo y conócelo: una investigación de la Universidad de Texas apunta a una posible relación entre satisfacción sexual, y autoimagen y conocimiento del propio cuerpo. Los expertos consideran que estos aspectos pueden ser determinantes para la salud sexual.

Miren Larrazábal lo suscribe: “Conocer el propio cuerpo es fundamental. La autoexploracion y el autoerotismo son esenciales; es complicado poder compartir algo que no se tiene o que se desconoce”.

No conocernos dificulta el poder compartir nuestra sexualidad con otra persona. “La buena sexualidad comienza por el buen conocimiento de uno mismo”, añade Larrazábal.

2. Ten buena comunicación con tu pareja: aunque conozcamos a alguien desde hace mucho tiempo, es imposible adivinar lo que le gusta si no nos lo comunica. Además, la gente cambia y la única manera de que las demás personas sepan de los gustos de cada uno, es hablándolo.

Una buena comunicación puede conllevar cierto esfuerzo, pero es importante expresar nuestros deseos; no hacerlo dificulta que la otra persona sepa lo que nos gusta y lo que no y reaccione en consecuencia.

3. Ayúdate del lenguaje: también hay estudios que intentan demostrar que ciertos comportamientos o juegos ayudan más a la satisfacción sexual que otros. En el caso de las conversaciones subidas de tono, las palabras eróticas o las fantasías verbalizadas, además, se puede contribuir a que mejore la comunicación.

Como apunta la especialista, el oído es un sentido fundamental en la sexualidad y compartir una fantasía puede llegar a excitar mucho. Es un inductor sexual externo, aunque hay gente a la que puede no gustarle que le hablen. Más que una premisa, es una habilidad erótica así que, como tal, conviene entrenarla.

4. Cuida tu relación: una relación feliz puede traducirse en una vida sexual saludable. Un estudio de la Universidad de Indiana sugiere que la vida sexual mejora cuando la relación es buena. Aunque de acuerdo con la Presidenta de la FESS, no tiene por qué.

“Sexo y amor son dos variables diferentes y, aunque muchas veces estar enamorado de una persona puede reforzar la relación sexual, también se puede tener una buena relación a todos los niveles excepto el sexual, y viceversa. Sexo y amor son dos sistemas motivaciones del ser humano que no necesariamente van unidos”, añade la experta.

5. Innova: la creatividad sexual o erótica es otra habilidad a tener en cuenta: “El sexo no esta entre las piernas, sino en el cerebro, que es el órgano sexual más potente. La capacidad de imaginar y fantasear es fundamental”, asegura la especialista.

Por otro lado, la innovación no siempre tiene que ser drástica o especialmente notable: puede tratarse de pequeños detalles, sutiles, que a menudo producen una gran satisfacción.

6. Olvídate de la cantidad: en el sexo, como en tantos otros aspectos de la vida, menos puede ser más. Ni practicar sexo muchas veces nos va a hacer más felices, ni hacerlo menos nos agriará el carácter. Relacionar salud y vida sexualidad con la cantidad de veces que se practica el coito es reducir el concepto a su aspecto genital.

Como sabemos, una vida sexual sana va mucho allá de la penetración: también es seducción, erotismo, besos, caricias. Son todas esas prácticas capaces de proporcionarnos un estado de bienestar físico, psicológico y emocional.

Además, el fin obligatorio de la sexualidad no tiene por qué ser el orgasmo: la experiencia orgásmica es un estado de clímax en la excitación que resulta muy agradable cuando se produce, pero que no supone condición ni obligación para el placer.

No se trata de conseguir récords, medallas o trofeos. El sexo no tiene nada que ver con el deporte, no es una competición; solo tiene que ver con dar y recibir satisfacción, siempre y cuando se respeten sus cuatro bases fundamentales: libertad -siempre ha de ser consensuado-, seguridad -que nos permita abandonarnos al placer-, responsabilidad -somos responsables de nuestro propio disfrute tanto a solas como en pareja- y placer -el derecho al placer ha sido conquistado hace poco tiempo, y hay que celebrarlo”, concluye Miren Larrazábal.

Fuente: http://ow.ly/JqUg3082h50

Seis minutos de #ejercicio, la forma de pagar en este café londinense

Lunes 16 de Enero del 2017

Un minuto en la cinta de correr, otro en una bicicleta estática, otro en una máquina de remo, 60 segundos de abdominales y otros dos minutos divididos entre sentadillas y lunges. En total un entrenamiento de seis minutos -con descansos de 30 segundos entre ejercicio y ejercicio- que sirve como pago por una comida en un café londinense que no acepta dinero.

Se llama Run For Your Bun y se trata de iniciativa lanzada por el grupo de gimnasios británico David Lloyd Clubs, que busca acabar con el sedentarismo de la vida actual. “Distintos estudios afirman que un trabajador de oficina pasa el 90% de su día sentado y sin moverse”, explican.

Los clientes deben llevar a cabo un entrenamiento de intervalos de alta intensidad de seis minutos para pagar su comida”

Lo primero que deben hacer los clientes del Run For Your Bun, que deben ir vestidos con ropa deportiva, es llevar a cabo el entrenamiento de intervalos alta intensidad que sirve como método de pago. Después, podrán disfrutar de uno de los cinco platos que el establecimiento sirve como comida:

- Una tostada de pan integral con aguacate, tomates cherri, queso de cabra, chile y limón

- Un plato de cuscús con albaricoques, pasas, piñones, limón, cilantro, albahaca, aliñado con una salsa balsámica

- Una hamburguesa a la parrilla de pechuga de pollo con tomate, cebolla y mayonesa de ajo

- Un bocadillo de pan de pita relleno de ensalada con salmón ahumado o queso halloumi a la parrilla

Todo suena muy bien, pero tiene una pega: solo ha estado abierto desde el 11 hasta el 13 de enero. Aún así, la cadena de gimnasios espera haber conseguido su objetivo: “Ayudar a las personas a reconocer la importancia del ejercicio diario y de entender como la nutrición y la actividad física van de la mano”.

El objetivo ha sido ayudar a las personas a reconocer la importancia del ejercicio diario y de entender como la nutrición y la actividad física van de la mano”

Fuente:  http://ow.ly/q0JE3082ghk