Estos son todos y cada uno de los beneficios de comer aguacate

Martes 14 de Marzo del 2017

Estos son todos y cada uno de los beneficios de comer aguacate

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El aguacate es una fruta tropical muy versátil y sabrosa que si está en su punto justo de maduración es casi como comer mantequilla. Desde ensaladas hasta el famoso y riquísimo guacamole, se emplea en todo tipo de platos. En muchas ocasiones, al ser rico en grasas se desecha de muchas dietas, sin embargo presenta numerosos beneficios para nuestra salud.

Esta fruta “contiene un 14% de grasas y en su mayoría monoinsaturadas, es decir, que tiene la propiedad de reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL), además de aportar fibra y vitaminas antioxidantes”, explica Juana María González, dietista y nutricionista de la clínica Alimmenta.

1. Una gran fuente de vitaminas

En cada uno de los bocados que damos a un aguacate ingerimos gran cantidad de vitaminas diferentes buenas para el organismo.

Vitamina A o retinol. “Necesaria para una correcta visión y función ocular, regula la expresión de genes que intervienen en la síntesis de células especializadas y ayuda a mantener el funcionamiento adecuado del sistema inmune”, asegura González.

Vitaminas del grupo B. Contiene vitamina B6 (13%) “para la correcta función neuronal, síntesis de neurotransmisores, ácidos nucleicos y hemoglobina”, según indica la experta. Además, tal y como explican en la web fix.com, también ayuda a tratar la diabetes, los dolores del sangrado menstrual y el insomnio.

También aporta B5 (14%), buena para aliviar el estrés, el dolor producido por la artritis y el colesterol alto. Por otro lado, es rico en ácido fólico o B9 (10%) que ayuda a producir ADN. “Es fundamental en el metabolismo de los aminoácidos y en la síntesis de ácidos nucleicos y células sanguíneas”, explica la nutricionista.

Vitaminas E (10%) y K (26%). La primera, un potente antioxidante con propiedades antienvejecimiento que estimula el cuidado de la piel, ya que la protege de los daños solares y alivia la irritación, incluso cuando se padecen condiciones tan severas como la psoriasis. La segunda, imprescindible en la coagulación de la sangre; previene hemorragias internas, obstrucción biliar, osteoporosis y un excesivo sangrado menstrual.

Vitamina C (13%). Ayuda en ciertos desordenes de la vista, escorbuto, colesterol, enfermedades cardíacas y el resfriado común, según informa el portal de Internet.

2. Rico en fibra, potasio y magnesio

La fibra nos ayudará a ir de forma regular al baño, combatir el estreñimiento y favorecer la perdida de peso. El aguacate posee alrededor de 500 mg de potasio por cada 100 gramos, mucho más de lo que nos puede aportar un plátano. Su alto contenido en potasio y su bajo contenido en sodio, “es adecuado para personas con hipertensión porque ayuda a eliminar líquidos”, señala Juana María González.

Por su parte, el magnesio “interviene en el metabolismo óseo, en el músculo, ayuda a mantener una correcta salud cardiovascular, también en la síntesis de proteínas y ácidos nucléicos”, continúa la experta.

Otros usos del aguacate

Además de utilizarlo en ensaladas, untado en una tostada, solo o en smoothie, también tiene otro tipo de aplicaciones naturales a modo de cosmético que son muy útiles, según informa la web.

Como una crema hidratante. Debido a sus ácidos grasos y un factor hidratante natural, podemos utilizarlo a modo de mascarilla, ya que puede prevenir las arrugas y reparar los cabellos dañados. Esta es una razón por la que está presente en muchas cremas para la piel, lociones y champús. También se puede emplear a modo de ungüento natural como tratamiento a la psoriasis.

Como protector solar. El aceite de aguacate funciona como un protector solar natural y también puede ayudar a curar la piel quemada por el sol.

Reduce el mal aliento. El jugo de aguacate limpia la boca y ayuda a eliminar las bacterias en el intestino que a menudo causan el mal aliento.

Fuente: http://ow.ly/YGeE309Tjob

Qué es la ‘dieta militar’ y por qué no todos debemos seguirla

Martes 14 de Marzo del 2017
  • Un ayuno breve tiene consecuencias que no te imaginas

Qué es la ‘dieta militar’ y por qué no todos debemos seguirla

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Se acerca la primavera y también el firme propósito mejorar la forma física de cara al verano. Es el momento de elegir la fórmula para plantarle cara a la báscula. Existen dietas que consiguen reducir hasta cuatro kg en tres días. Pero pese a que estas pautas pueden resultar atractivas no siempre están justificadas y cuentan con una lista de contras a tener en cuenta.

Una de ellas es la dieta militar, un plan nutricional que establece un límite diario de calorías entre 860 y 1150. Está considerada un tipo de ayuno: se ingiere menos alimento de lo que el cuerpo consume, por lo que el organismo se nutre de las reservas de grasa.

Deberían abstenerse las personas sin exceso de peso, los diabéticos tipo 1 o 2, las mujeres embarazadas o lactantes, los menores de 18 años y los mayores de 65”, dice Rubén Bravo, experto en nutrición y gastronomía del Instituto Médico Europeo de la Obesidad.

Asimismo, la comunidad médica alerta de que estas rutinas alimenticias no favorecen una pérdida saludable o sostenible de peso. Entonces, ¿tienen algún beneficio? Hemos valorado con el especialista las dos caras de las dietas hipocalóricas y estos son los resultados.

Pueden mejoran la salud cardiovascular

“Desde el año 2007 diversos estudios y declaraciones apuntan a que el semiayuno o las dietas hipocalóricas cortas aportan algunos beneficios para la salud en personas con exceso de peso”, señala Bravo. El Dr. Benjamin Home, director de epidemiología cardiovascular y genética del Instituto del Corazón del Centro Intermountain en EEUU, realizó un estudio a un grupo de mormones de Utah, pues son la comunidad norteamericana con menos mortalidad cardiovascular.

Los investigadores entrevistaron a 200 personas que se sometieron a una prueba de diagnóstico llamada angiografía, un examen de rayos X de los vasos sanguíneos y del corazón que puede determinar si una persona tiene una enfermedad coronaria.

Los resultados demostraron que las personas que ayunaban regularmente tenían un 58 % menos riesgo de enfermedad coronaria en comparación con aquellos que dijeron que no ayunaban.

Pueden mejoran el estado de ánimo

Otro estudio publicado en JAMA Internal Medicine indicó que restringiendo las calorías de la dieta en un 25%, puede mejorar el humor, la calidad del sueño y la vida sexual. Se reclutaron 220 hombres y mujeres con un índice de masa corporal normal (entre 22 y 28) y una edad media de 38 años y se dividieron en dos grupos. El primero tuvo que reducir su ingesta de calorías un 25 % durante dos años, y el segundo pudo limitar las que quisiesen al día. Ambos tuvieron que rellenar cuestionarios sobre su estilo de vida.

Quienes redujeron de forma obligatoria su dieta perdieron una media de 7,7 kg. Los que tuvieron libertad, menos de medio. Aunque los participantes tenían un peso normal y saludable, los investigadores creen que los beneficios se extenderían a la población con sobrepeso y obesidad basándose en estudios previos.

Reajuste de los sistemas

En 2015 el Dr. Pablo Saz Peiró realizó un análisis de diversos estudios científicos y publicó un informe sobre las indicaciones terapéuticas del ayuno, declarando que “la reacción del cuerpo mientras está viviendo de las reservas, siempre que se disponga de ellas, provoca un efecto de reequilibrio que reajusta muchos sistemas”.

Desnutrición leve

Estas dietas limitan la ingesta de alimentos básicos para las funciones cognitivas como aquellos ricos en grasas omega 3 como el salmón, la quinoa o el aguacate. “Si se prolongan en tiempo pueden provocar una desnutrición severa”, alerta el experto.

Bravo manifiesta que cuando existe un seguimiento profesional estas dietas podrían prolongarse hasta una o dos semanas, siempre que haya exceso de grasa corporal y las pautas alimenticias cubran las necesidades mínimas diarias en micronutrientes. “En personas sanas con exceso de peso que decidan practicarlas por su cuenta, no deberían extenderse más de 2 o 3 días”, añade.

Efecto rebote

Uno de los grandes contras de estas dietas es que si la transición no se realiza de forma controlada puede recuperarse más peso del que se ha perdido. “Para evitar el efecto rebote, y problemas digestivos, habría que realizar una pauta alimenticia progresiva, incorporando poco a poco todos los grupos de alimentos en sus cantidades adecuadas. Éste proceso debería durar entre una y dos semanas”, recomienda Bravo.

La propuesta del experto

Frente a estas dietas de acción rápida existen otras alternativas más saludables con resultados que insisten en un cambio de hábitos. “Es el caso de la Dieta de los Días Alternos, recomendada para personas a las que les cuesta perder peso y han fracasado con las dietas hipocalóricas habituales”.

Según cuenta el especialista, esta opción combina Días Detox, Días de Régimen y Días Sociales para los fines de semana, incorporando superalimentos en los menús cotidianos que han demostrado evidencias de prevención frente a diferentes enfermedades.

“Se divide en tres fases: La primera de pérdida rápida de peso, la segunda de pérdida moderada y la última de mantenimiento, lo que enseña a sus seguidores a mejorar sus hábitos saludables de vida” concluye Bravo.

Fuente: http://ow.ly/4l6o309Tj44

¿Quién vive más, los que comen carne o los que no?

Martes 14 de Marzo del 2017
  • De los muchos factores que determinan la longevidad, pocos han sido tan estudiados y debatidos como la dieta

¿Quién vive más, los que comen carne o los que no?

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Las dietas vegetariana y vegana han atraído en los últimos años a un gran número de personas, también en consecuencia del apoyo, más o menos explícito, de varias celebridades, del aumento de la sensibilidad medioambiental, de una cierta sobreexposición mediática y de los presuntos beneficios para la salud. En este sentido, una de las preguntas clave es: ¿con cuál de las dietas se puede vivir más tiempo? Y vivir bien, no sólo batir un récord de longevidad.

La esperanza de una larga vida depende de la combinación de nuestros genes y de las condiciones de nuestro entorno: donde y cómo vivimos. En estudios que involucran gemelos idénticos, se ha estimado que no más del 30 por ciento de esta influencia procede de nuestros genes, lo que significa que el entorno es el factor clave y de los muchos factores a tener en cuentas, pocos han sido tan estudiados y debatidos como la dieta.

Los peligros del abuso de carne roja

Se estima que en el mundo la población que no come ni carne ni pescado sea de unos 400 millones. Luego están los que proponen una dieta compuesta por un 70% de alimentos vegetales y un 30% de origen animal y los que, como los Reduceterianos, proponen comer menos carne, pero de calidad. El Ministerio de Agricultura estima que el consumo medio per cápita de carne en España es de 51 kilos al año. Unos 139 gramos al día.

En 2015, la IARC, la Organización Internacional para la Investigación sobre el Cáncer alertó al mundo sobre el peligro procedente de la carne roja, al haber encontrado una relación entre este alimento y la aparición de tumores colorrectales. Después de las críticas y los elogios recibidos en igual medida, la organización aclaró el alcance real del problema.

Según la IARC una porción de 50 gramos de carne procesada consumida cada día aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. La misma organización también ha explicado que el aumento de la vulnerabilidad a patologías como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, detectado por algunos estudios en relación con el consumo de carne, no se debe al alimento en sí, sino a los métodos de conservación y a ciertas prácticas de cocción.

Para estudios, los colores

Un estudio de la Universidad de Loma Linda (EE.UU.) ha controlado la alimentación de casi 100.000 estadounidenses durante cinco años y ha encontrado que las personas que no comían carne eran menos propensas a morir - por cualquier causa - durante el período de estudio que las que sí comían carne. El efecto era especialmente notable en los hombres. Algunos meta-análisis, que combinan y re-analizan datos de varios estudios, también han concluido que una dieta baja en carne está asociada con una mayor longevidad.

Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo. Algunos trabajos muestran muy poca o incluso ninguna diferencia en la longevidad entre los consumidores de carne y los que no. Una amplia investigación que apareció en la revista American Journal of Clinical Nutrition ha analizado a más de 60.000 personas durante un período de veinte años, entrevistándoles sobre sus hábitos alimenticios al inicio del estudio y, luego, a distancia de 5, 10 y 15 años.

La conclusión de los autores fue que no existen diferencias significativas en la mortalidad global entre vegetarianos, veganos y omnívoros. También la Universidad de Oxford sostiene que ambos grupos tienen la misma esperanza de vida, pero con la condición de que el consumo de carne sea moderado, lo que confirma que el sentido común de la abuela es propio también de las universidades más prestigiosas.

La investigación inglesa observó que vegetarianos y veganos, en comparación con los que consumían carne cinco o más veces a la semana, veían reducida a la mitad la mortalidad por cáncer de páncreas y del sistema linfático. Aquellos que consumían carne con moderación tenían un riesgo de muerte por cáncer de páncreas y enfermedades respiratorias inferior en un 30-45% al grupo de los ‘carnívoros’. Respecto a los otros tipos de cáncer, vegetarianos y veganos tenían un un 10% menos de riesgo de mortalidad en comparación con los otros grupos.

Una respuesta complicada de encontrar

La (ya) larga vida humana hace que sea muy difícil realizar estudios que midan el efecto de cualquier elemento sobre la longevidad. Además, encontrar un vínculo entre dos hechos - como comer carne y una muerte prematura - no significa necesariamente que uno sea causa del otro. Puede parecer que el vegetarianismo y la longevidad estén relacionados, pero una variable diferente podría explicar el vínculo. Podría ser, por ejemplo, que los vegetarianos, en general, practiquen más ejercicio físico, fumen menos o beban menos alcohol.

Llegados a este punto, se le debe una disculpa al lector, ya que la enorme cantidad de estudios y encuestas realizadas por diferentes universidades del planeta no aclara la cuestión. La parafernalia argumentativa de los varios bandos es amplia y bien estructurada, pero no del todo concluyente. Sigue válida la sugerencia de recurrir a todas las categorías de nutrientes, apostando por la alternancia alimentar. Variedad, medida y sentido común siguen siendo la piedra angular de la dieta que de verdad hace bien.

Fuente: http://ow.ly/fnsx309TiLQ

Sí, puedes comer huevo a diario y por qué es bueno comerse la cáscara

Martes 14 de Marzo del 2017
  • Tras unos años acosado, definitivamente el huevo es bueno para la salud

Sí, puedes comer huevo a diario y por qué es bueno comerse la cáscara

Está más que demostrado que el huevo es un alimento saludable y muy rico a nivel nutritivo (AnthiaCumming / Getty)

Huevo sí, huevo no, la duda persiste en muchos hogares. Como antes el aceite de oliva o el pescado azul y sus múltiples beneficios gracias a la presencia de ácidos grasos omega 3, el óvulo comestible de las gallinas sigue generando dudas acerca de su idoneidad.

Es un alimento accesible, barato, una excelente fuente de nutrientes esenciales y bajo en grasas pero… ¡ay el colesterol! Aún retumban las voces sobre su aportación de grasas capaces de colapsar las arterias, aunque en los últimos años los avances científicos indiquen el sentido contrario. Un huevo al día no solo es bueno sino, además, recomendable.

Los huevos poché o benedict con aguacate, el desayuno de los hipsters

Los huevos poché o benedict con aguacate, el desayuno de los hipsters

En tortilla, hervido para la ensaladilla rusa, o a lo hipster -pasado por agua encima de una tostada de aguacate-, frito y revuelto con patatas o como emulsionante de mayonesas y otras salsas, el huevo es uno más de la familia.

Obtenido de gallinas apelotonadas en jaulas, otras que corretean y se alimentan de cereales o de aves sueltas en granjas ecológicas, el huevo es una gran fuente de vitaminas (del grupo B o vitaminas E, D, K y A), de minerales (fósforo, yodo, hierro, zinc, selenio o cromo), de proteínas de alto valor biológico y de ácidos grasos esenciales.

“Precisamente estos ácidos grasos esenciales, los omega 3 y los ácidos grasos omega 6, son los que han desmontado el mito del colesterol del huevo. Si bien es cierto que una yema contiene una cantidad importante de colesterol (cerca de 200 mg), recientes estudios han demostrado que el efecto protector de los ácidos grasos esenciales es superior a la capacidad del colesterol total presente en el huevo de aumentar los niveles de colesterol en sangre”, explican los dietistas y nutricionistas del equipo de Menja Sa.

“El colesterol es una grasa de origen animal y es fundamental para nuestro organismo. Por lo tanto, tener colesterol no es malo, sino necesario. De hecho, nuestro organismo fabrica colesterol todos los días por esto, según cuál sea nuestro ritmo de producción, podemos tener más o menos tendencia a aumentar los niveles de colesterol en sangre”, añaden los especialistas.

Hay pocos platos más apetitosos que una buena tortilla de patatas

Hay pocos platos más apetitosos que una buena tortilla de patatas

Además, “los huevos tienen muchos atributos nutricionales positivos, incluyendo antioxidantes, que han demostrado reducir el estrés oxidativo y la inflamación”, según el doctor Dominik Alexander, investigador del EpidStat Institute de Michigan (EE.UU.), centro especializado en ciencias de la salud.

“También son una excelente fuente de proteínas, que se ha relacionado con una presión arterial más baja”, prosigue.

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) incluye la ingesta regular de huevo en su última pirámide de alimentación saludable. En concreto, recomienda alternar, junto al pescado, el pollo, las legumbres y los frutos secos, entre una y tres piezas de estos alimentos al día, así como los lácteos.

“Podemos recomendar, en cualquier persona adulta, un consumo de cuatro huevos a la semana, tres huevos en el caso de los más pequeños de la casa, y hasta siete huevos a la semana en adultos con una importante masa muscular que realicen actividad física intensa”, indican desde Menja Sa.

El huevo, un alimento versátil y que casa con todo

El huevo, un alimento versátil y que casa con todo

En mercados y supermercados podemos encontrar huevos supergrandes (XL, 73 gramos o más), grandes (L, 63-73 gramos), medianos (M, 53-63 gramos) o pequeños (S, menos de 53 gramos), explican desde Inprovo, la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos.

Independientemente de su tamaño, el peso de los huevos de gallina, los más consumidos, está compuesto por un 10% de cáscara, un 60% de clara (la parte más rica en proteínas) y un 30% de yema (la zona más grasa). Recientemente también se ha puesto sobre la mesa el valor nutricional del caparazón, puesto que es una cubierta formada por calcio, uno de los nutrientes esenciales para el organismo.

Dicho resultado es cierto, un estudio argentino publicado en el International Journal of Food Sciences and Nutrition en 2013 concluyó que la mitad de la cáscara de un huevo proporciona la cantidad diaria de calcio recomendada para un adulto y sugirió incorporarla, en polvo, en el pan, la pizza o la pasta.

Pero desde Menja Sa su responsable, Rosa Maria Espinosa, advierte que es mejor obtener el calcio por otras vías, como los lácteos: “son mucho más apetitosos, tienen dos ventajas que no tiene la cáscara del huevo: la vitamina D y la lactosa, necesarias para una correcta absorción del calcio. Y sin olvidar que la cáscara del huevo puede contener salmonella”.

Yema, clara y cáscara, los componentes del huevo

Yema, clara y cáscara, los componentes del huevo

Fuente:  http://ow.ly/6idi309TioD

Señales que indican que eres adicto al sexo

Martes 14 de Marzo del 2017

El conjunto de conductas que se desarrollan de forma repetitiva (con frecuencia de forma compulsiva) y van siempre destinadas a la práctica de sexo pueden llevar a la adicción.

Una mujer, preocupada.

Una mujer, preocupada. GTRES

Entendemos por adicción aquella dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o para el equilibrio psíquico del sujeto, así como la afición extrema a alguien o algo. La adicción al sexo tiende por norma general a practicar sexo apremiante.

Según explica el doctor Vicente Alcántara Aceituno, psicólogo general sanitario y miembro de Saluspot, este tipo de dependencia presenta un conjunto de conductas que se desarrollan de forma repetitiva y con frecuencia de naturaleza compulsiva que van siempre destinadas a la práctica de sexo. "Toda la actividad que genera el sujeto en exceso, produce una activación directa general del sistema de recompensa cerebral, siendo esta retribución tan fuerte que incluso puede llegar a descuidar las ocupaciones profesionales o las tareas domésticas en su vida cotidiana", revela el experto.

Una de las características diagnósticas del problema se define como una agrupación de síntomas comportamentales y físicos, entre los que se encuentran la abstinencia, la tolerancia y el fuerte deseo de tener sexo. Una vez desarrollado el patrón repetitivo e intenso de ejecución de sexo, esa persoan puede emplear una gran cantidad de tiempo en obtener y consumir ese tipo de sexo, tal como revela el Dr. Alcántara.

Síntomas que indican una posible adicción

  • Tiene que existir un patrón problemático que provoca un deterioro o malestar significativo.
  • Tiene que darse una frecuencia alta y muy prolongada en el tiempo, es decir, que ocupe mucho tiempo en su vida diaria.
  • Existencia de un deseo persistente o un esfuerzo que haya producido el fracaso de abandonar o controlar la ejecución de sexo.
  • Que se invierta mucho tiempo en la búsqueda de sexo y su práctica, así como una ansia o un deseo vigoroso y activo de consumir sexo.
  • Coexistir con un consumo repetido y que conlleve un incumplimiento de los deberes fundamentales en su trabajo, escuela u hogar, así como el abandono de actividades sociales, profesionales o de ocio.
  • Que provoque problemas sociales o interpersonales persistentes y recurrentes, que son generados por la práctica de sexo.
  • Continuar teniendo sexo a pesar de tener conocimientos de que existe un problema psicológico persistente o recurrente, generando una baja autoestima.
  • Tolerancia, que se puede definir por algunos de los siguientes hechos: a) Necesidad imperiosa de tener sexo para conseguir el mismo efecto deseado que provocaba inicialmente; b) Un efecto notablemente reducido tras la práctica de sexo.
  • Abstinencia, que se manifiesta por alguno de los siguientes acontecimientos: a) Presencia del síndrome de abstinencia provocado por no practicar sexo, b) Se hace uso de otro tipo de sexo, como por ejemplo la masturbación para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
  • En muchos casos la conducta sexual se presenta de forma promiscua, yendo acompañada de engaños y mentiras.

A la hora de determinar las causas, el psicólogo explica que son variadas y que tienen aspectos comunes a factores derivados del proceso evolutivo de esa persona, como puede ser una familia problemática y desestructurada, en algunos casos con abusos infantiles. Además, puede ir acompañada del fracaso social. En algunos casos, los rasgos de personalidad pueden facilitar el desarrollo de este tipo de adicción, que, según las últimas investigaciones, afecta a un 6% de la población.

¿Cómo se trata esta adicción?

Una de las técnicas más utilizadas para tratar la adicción al sexo es la terapia cognitivo-conductual, que consiste en enseñar a gestionar y controlar la compulsión hacia el sexo y facilitarle herramientas para mejorar su calidad de vida y sus relaciones interpersonales.

En el caso de que se observe que esa peersona presenta algún tipo de situación traumática vivida durante su vida, sería recomendable utilizar la psicoterapia EMDR, específica para trabajar con situaciones traumáticas, según explica el experto.

Es importante el entrenamiento de técnicas de asertividad para mejorar sus relaciones sociales de una forma adecuada, así como la utilización de trabajos de exposición pautados y el uso de la psico-educación con el objetivo de prevenir la adicción.

Fuente: http://ow.ly/VHlh309ThZT