Del brasier y otros demonios: ¿Por qué los odiamos tanto?

Lunes 26 de Octubre del 2015

Un buen brasier cuesta a veces más que unos zapatos. 

Foto propiedad de: caracteres.mx

Un buen brasier cuesta a veces más que unos zapatos.

Nada más cercano a la realidad, una realidad muy triste, por cierto.

Aunque se trate de una prenda íntima indispensable para las mujeres (bueno, habrá quienes de plano no lo usan por comodidad), la verdad es que usar brasier es de lo más molesto. Una de las cosas más fastidiosas que las chicas debemos afrontar en día a día.

Por más que seas súper cuidadosa con tu ropa y sepas exactamente cuál es tu talla de sostén y compres de los más caros que existen en el mercado, apuesto lo que sea a que alguna vez te ha pasado algo así. Estas son las razones por las que los odiamos tanto.

1. El encaje:

Los que llevan encaje lucen sensuales y elegantes, pero sólo hasta que se te ocurre ponerte una blusa de tirantes.

Foto: Tomada de 15a20.com.mx

2. Poca resistencia:

Si te equivocaste en la talla, es probable que se llegue a descoser y tengas que estar todo el camino de regreso a casa cuidando que no se te baje y deje al descubierto una booby.

3. Vestidos:

Sabemos que usar vestidos con escote es de lo más fabuloso... hasta que tienes que buscar hasta por debajo de las piedras el sostén sin tirantes ideal que te haga lucir los senos.

Foto: Tomada de sopitas.com

4. La talla:

Si no te queda bien y lo sientes ajustado, en poco tiempo los músculos comienzan a dolerte.

5. Las odiosas varillas:

Todas sabemos que un sostén con varillas es una pesadilla, y no exageramos. Tenemos suerte si nunca se salen, pero si esto pasa, se encaja en la piel y es el mismísimo infierno andar así todo el día.

Foto: Tomada de elmeme.me

6. El precio:

Un buen brasier cuesta a veces más que unos zapatos.

7. Lavado:

Ya sea que los laves a mano o en lavadora, siempre terminan deformándose, sin contar que el tirante puede romperse por la fuerza del lavado.

Foto: Tomada de internet.

Fuente:http://www.sdpnoticias.com/sexxion/2015/10/21/del-brasier-y-otros-demonios-por-que-los-odiamos-tanto